Escucha... escucha.

Por y entre el viento... del silencio... Escucha.

De lo que siento y sentencio... la lucha.

Desde el centro y por la calma...

El latido y el austero grito

aquello que sube desde las entrañas...

¡Escucha!... Es tu propia alma.

Mi ciudad

Golpea de nueva cuenta un efecto climatológico a mi ciudad.
Primero fue Gilberto, ahora fue Alex.

Este fenómeno nos dice lo que desde entonces sabemos (17 de Septiembre de 1988)

NO ESTAMOS PREPARADOS

Duele ver que la perspectiva es conformista.

Algo tenemos que hacer, por lo pronto denunciarlo.

Verdades intermedias

Escuchamos las novedades mostradas desde una perspectiva individualista y por consiguiente egoísta.
Un pensador me dijo: "Jesucristo solo ha existido uno y lo matamos" Refiriéndose a que no es posible pensar en una caballerosidad desinteresada ni mucho menos en una lealtad ciudadana.

Todos llevamos dentro un instinto de conservación arraigado lo suficiente como para dar una respuesta condicionada perfecta, letal y rauda para defender nuestra vida y la de nuestra familia.


Quienes logran ver más allá de ese punto y ponen su vida en riesgo por proteger a sus semejantes, desconocidos incluso, tienen un principio mayor que el estandar universal y merecen tener un reconocimiento en vida.

Una mirada

Los ojos como ventanas que son, nos dejan ver hacia el interior de un alma, de un proceder o de una respuesta.

Desconfía de aquel que no te sostiene la mirada, de el que levanta la voz en una respuesta, de aquel que propone alternativas imaginarias a problemas reales.

Lo que se piensa aquí, se queda aquí

Muchas ideas preconcebidas al momento. Se dan a la tarea de forjar una personalidad, una meta o simplemente un pasatiempo.
Todo lo que somos es resultado de pequeñas coincidencias.
El bajar del metro en determinada parada o ignorar los avisos del altavoz hasta que por azar del destino encontremos a nuestra media naranja justo en el lugar menos pensado.
Una decisión tomada o dejada al azar todo puede cambiar.

Lo contemporaneo

Vemos lo que ocurre a nuestro alrededor con la perspectiva de los tiempos actuales:

No confíar en nada, en nadie...

Dejamos pasar la ocasión única de regalar una cortesía, una atención o simplemente una sonrisa.

La caballerosidad no disminuye a nadie.

Una cosa llevó a la otra

Se podrían enumerar las veces que nos cruzamos por la calle sin mirar hacia ningún lado en particular. Podría decirse que líneas paralelas no se han de tocar jamás.

Algo en el viento, fue responsable de nuestro encuentro. Y ahora, el día de hoy, a como toque... Mujer de las quimeras, te he de besar.

Escuchaba... cuando te escuchaba.

Ahora recuerdo cuando fue la última vez que conversamos.

Cuando realmente intercambiamos impresiones y opiniones libremente.

Ha pasado mucho tiempo.

Deberíamos recategorizar nuestras líneas de comunicación para que no quedaran subordinadas a los "Avances" tecnológicos.

Pinceladas

Pase de paño rojo por la diestra de la concordia...
Un deje y otro desplante.
Toda categoría, gallardía y lujo
que pinta la memoria.

En movimiento galante
rueda a pase de noria
que llega hasta la gloria
con la sangre y vida por delante.

Pinceladas en redondeles
de arena o asfalto
toros o semáforos en alto
que coronan testas y capiteles.

Una alternativa

Rendirse.

Siempre es la alternativa latente en la perspectiva del aventurero mediocre.

Cambiar de perspectiva

Es la condición del hombre que se empeña en llegar.

Somos resultado de nuestras elecciones. Para bien y para mal. No como disyuntiva, más bien con la condicionante que estos factores coexisten.

En el ámbito laboral el negocio es la transacción, compra-venta, un emisor y un receptor. Siempre hay un ganador. Aúnque parezca que se beneficia el mundo entero, no es así.

Una alternativa, que siempre es nuestra, es cambiar la perspectiva con que observamos toda ocasión, toda delta.

Los resultados se darán en la medida en que procedemos con la cautela y el arrojo debidamente equilibrados.

Nada esta escrito... aún

Los acontecimientos cotidianos nos dan una pauta y perspectiva que desencadenarán las respuestas que consideramos adecuadas.
Muchas de las condicionantes marcadas por herencia no llevan el sello de una decisión planeada.
Lo que hoy se toma como ley, mañana será adecuado a las necesidades surgidas de los cambios tecnológicos, culturales e incluso fóbicos que se presentan.

Aunque mi amigo Animagcerodonte lo ponga en tela de juicio... Subrayo: Nada está escrito... aún.

Un telefonema que no llega

En este momento de la comunicación cuando todo se soluciona con digitalizar las iniciales de una persona para tener una comunicación directa, podemos decir con toda la razón de por medio que es cuando más distantes estamos.
Todo es apariencia. Ahora el arte es el aparentar.
Dar una impresión y jugar a mantenerla.
Interesante malabarismo de tangentes que no se aproximan a una verdad ineludible.

La palabra escrita retornará.

Para bien.

Tu

Buscando entre lo incuestionable

en las incertudumbres de la caducidad

encuentro perfectamente razonable

que la vida es un pináculo de vanidad.

Buscando las razones de todo lugar

encuentro que el resultado

está en la primera persona del singular

anes que en ningún otro lado.

Así como el resultado de mi búsqueda eres tu

tal vez, como ventura para mi,

el resultado de TU busqueda sea yo.

La memoria tiene honor

El honor de la memoria, la memoria del honor...

Todo en vueltas de loops. ¿Dónde se deja el pasado?... y ¿El pasado dónde nos deja?

Los amigos son la encarnación de la lealtad o simplemente un pre escalafón de inseguridad.

Todas las cuestiones se acumulan y se ensanchan.

El café en mi mano, ahora frío, no me dice gran cosa... tal vez con sus restos en el fondo de la taza contribuya a dar respuestas.

Una persona, un olvido

Entre los andares cotidianos, lejos de una banca del parque encuentro los detalles que hacen de este día algo importante.

Hoy es un día valioso puesto que tu estás en el intinerario.

El primer pensamiento

Me llega un pensamiento al mirar un rostro familiar...

surje un destello, haciéndome cruces por recordar su nombre.

Hubicación, hámbito, ciudad, prerrogativas... Nada.

No puedo recordar el nombre que pertenece al rostro que tengo ante mi.

Tal vez y solo tal vez, lo soñé con anterioridad.